Cada vez más deportistas incluyen en su dieta diaria el consumo de ajos para potenciar el desarrollo muscular y la resistencia. ¿Quieres conocer más sobre ello?
Desde hace miles de años se ha estado investigando sobre las propiedades terapéuticas y fisiológicas del ajo en las personas. Es por ello, que se ha consolidado como uno de los condimentos más utilizados en multitud de países del mundo. ¿Su composición? 100 gramos de ajos contienen 23g de carbohidratos, 6 de proteínas y 2 de fibra, además de potasio, magnesio, calcio y fósforo; con respeto a las vitaminas, concretamente cuenta con B1 y B3. Además, se ha promovido el consumo de ajo para prevenir la fatiga y potenciar la energía. Así, cada vez más deportistas optan por incluirlos dentro de su dieta. Suena saludable…¿verdad?
El ajo se considera un quema grasas natural, la combinación de su consumo con el ejercicio, hace que sea un alimento ideal para contribuir a una dieta depurativa y a la eliminación de toxinas del cuerpo.
Es fuente de colágeno, el ajo ayuda a generar la proteína más abundante de nuestro cuerpo, siendo básico para ligamentos, huesos, tendones, piel…etc. Es un aporte fundamental en personas que realizan deporte y tienen un constante desgaste de esta proteína.
Incrementa la resistencia física y reduce la fatiga. El ajo contiene abundante germanio lo que ayuda a que el cuerpo absorba la vitamina B1 y contribuya a disminuir el cansancio.
El ajo se considera agente ergogénico, es decir, como una sustancia que ayuda a optimizar la utilización de la energía, desde la producción hasta la eficiencia. Ayudará a potenciar ciertas cualidades físicas como pueden ser la fuerza, la velocidad…etc. a su vez también acelera la recuperación del organismo.
Por último, el ajo mejora del flujo sanguíneo hace que los nutrientes lleguen a los tejidos y se produzca una correcta oxigenación de los mismos, lo que ayuda a la generación de los músculos.
En definitiva, para conseguir que los deportistas tengan el desarrollo muscular deseado y potenciar la resistencia, la alimentación debe estar compuesta por calorías suficientes, además de grasas, proteínas, hidratos de carbono, sin olvidar los minerales y vitaminas que poseen las verduras, las frutas y los ajos. Se recomienda hidratación y realizar una comida 30 minutos antes de realizar el deporte para así tener la energía y nutrientes imprescindibles para la realización del ejercicio.
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